lunes, 16 de julio de 2012

A vueltas con la Siciliana

¿Las indicaciones de tempo en determinadas ediciones son fiables?; y en caso afirmativo, ¿tiene siempre el compositor la razón?

No lo sé... y no quiero ser yo el que responda caso por caso, fuera de lo que le toque a mis interpretaciones con el instrumento en las manos...

Os copio algo de lo que viene a decir sobre el artículo de Meredith Ellis Little sobre la “siciliana” el Grove Online (traduzco sin elaborar demasiado, del inglés):

Siciliana [siciliano]

(el término proviene del italiano; en italiano antiguo ciciliano; en francés sicilienne).

Usado comúnmente para referirse a un tipo de aria y a un movimiento instrumental corriente a finales de los siglos XVII y XVIII.

Normalmente escrita en un compás lento en 6/8 ó en 12/8, con frases bien definidas de uno o dos compases, con una anacrusa de corchea que le da al ritmo un carácter yámbico, con melodías simples y armonías directas y claras.

Desde el siglo XVIII hasta el XX, la siciliana se asocia con escenas pastorales y con la melancolía.

[…]

Hay al menos dos usos tradicionales del término, aparentemente distintos el uno del otro: desde el siglo XIV hasta principios del XVII la palabra indicaba un tipo de canto o recitado acompañado de una forma poética en particular, el strambotto siciliano [estrofa compuesta por ocho versos endecasílabos con rima abababab]; desde el siglo XVI al XVIII se utiliza para referirse a una danza que se consideraba comúnmente como una giga lenta (ver Giga).”

A continuación hablando del primer uso o del primer tipo de sicilianas, el Grove dice:

Arie di cantar siciliano.

[…] Aunque entre los ejemplos conservados pueden encontrarse algunos patrones armónicos corrientes, no parece existir una progresión típica o una línea de bajo que caracterice al aria siciliana, al contrario de lo que ocurre con el aria di Fiorenza o con el aria di Ruggiero[…]”
Sobre la “siciliana” como danza, el texto continua diciendo que “si se sabe poco del repertorio de arie siciliane de principios del S.XVII, o sobre el destino de esta forma de siciliana, menos aún se sabe de la danza denominada en esas fechas “la siciliana”.[…]”

Según el Grove, un autor de la época Garzoni (La piazza universale di tutte le professioni del mondo, 1599) mencionaría “[…] la siciliana dentro de un listado de las pocas danzas populares, junto a otras formas mejor conocidas como la pavana y la gallarda, que habrían resistido la influencia del “balletto”.

No se conservan coreografías o descripciones del siglo XVI de esta danza, ni tampoco sus acompañamientos musicales. Un manuscrito inglés de c.1570 contiene coreografías de danzas llamadas ‘Cycyllya Alemayne’ and ‘Cycyllia Pavan’, que paraecen referirse a danzas populares inglesas, pero no se sabe si tendrían relación con las danzas italianas. Lo mismo ocurre con un único ejemplo del S.XVIII de coreografía del maestro de danza inglés Mr. Siris[…] titulada The Siciliana (1714).

Sin embargo, parece un hecho que la “siciliana” era conocida para los teóricos del XVIII. Brossard (Dictionaire de musique, 1703) describe las ‘canzonette siciliane’ como un tipo de giga con compás de 6 ó de 12 por ocho, con la característica figura rítmica (“en saltarello”) de corchea con puntillo y semicorchea en el pulso fuerte, y que habitualmente presentaba una forma de “rondo” o de “da capo”.

Mattheson (Das neu-eröffnete Orchestre, 1713) la relaciona con la napolitana y la barcarola y sus indicaciones recuerdan a las de teóricos anteriores [supongo que hechas al hilo de las arie di cantar siciliano] al sugerir que [la danza “siciliana”] debía interpretarse lentamente y su mejor uso era el de evocar la melancolía.

Otros teóricos posteriores durante el S.XVIII, como Quantz, Rousseau y Türk parecen basar sus descripciones en las de Brossard y Mattheson, estableciendo que la danza era un tipo de giga lenta con connotaciones pastorales.[...]"

Más adelante el texto trata sobre la siciliana como un tipo de aria del siglo XVIII y como movimiento instrumental:

"[...] Algunos estudiosos de principios del S.XX relacionan el tipo de aria barroca con la danza; Wolff sugiere que su origen está en una danza popular veneciana [¿?], quizá explotando el color local, como la forlana and napolitana; Heuss ve una forma temprana de la siciliana en la moresca final del Orfeo de Monteverdi.

La siciliana se haría popular rápidamente a finales del S.XVII y se utiliza mucho como un tipo de aria en las óperas de Alessandro Scarlatti y en las de sus contemporáneos. Aunque existen arias anteriores en 12/8, Scarlatti las usa abundantemente, pero no siempre las distingue claramente como “sicilianas”. Por ejemplo, trece de las cuarenta y nueve piezas vocales en La caduta de’ Decemviri (1697) están en 12/8, pero los tempos rápidos implicados en algunas de ellas sugieren su carácter de giga más que de siciliana.

Scarlatti también utiliza con frecuencia la armonía de sexta napolitana en sus sicilianas, con la segunda bemol en la parte alta, una característica común en las arias sicilianas de sus contemporáneos y seguidores como Perti, Caldara, Lotti, Porpora y Händel.

Pocas de las arias con textos sobre la melancolía o sobre temas pastorales en un compás lento de 12/8 están marcados realmente como sicilianas. De las cincuenta arias de este tipo entre las composiciones de Händel sólo  ‘Gioje, venite in sen’ de Amadigi (1715), está titulada como siciliana. Del mismo modo, Bach rara vez titulaba así las arias en sus cantatas, aunque ‘Stirb’ in mir, Welt’ de la cantata Gott soll allein mein Herze haben (BWV 169) es una transcripción de un movimiento que él llamaría “Siciliano” en uno de sus conciertos [Concierto para clave en Mi Mayor (BWV 1053).

Las arias lentas y cantabile en 12/8 siguieron disfrutando de una enorme popularidad a través del S.XVIII, tanto en la ópera como en la música sacra.[…]”

El Grove continua citando ejemplos de Händel, Mozart, Telemann, Meyerbeer, y otros, como muestra de que las piezas tituladas "siciliana" eran muy corrientes y se usaban mucho también cuando el autor quería componer una pieza de carácter italiano. Prosigue después diciendo que:

"[...] Pasado el siglo XVIII, el estilo caé en desusoRobert le diable (1831) de Meyerbeer incluye una rápida ‘sicilienne’ al final del acto primero, y Fauré utiliza una siciliana en el tercer entr’acte de su música incidental para Pelléas et Mélisande (1898), pero esos ejemplos parecen haber sido excepcionales.[...]"

Quizá no sea así [es mi humilde opinión]... tenéis más ejemplos de sicilianas de los siglos XIX y XX al final de ESTA ENTRADA ANTERIOR del blog.

Un saludo

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