... cuando lo único que se ha hecho es templar la vihuela (bajando un punto la 2ª, y dos puntos la 1ª); octavar cinco de los bajos escritos (algo que supone añadir tres o cuatro notas pisadas en las cuerdas 4ª, 5ª y 6ª); y tocar el orden 7º (RE) en la cuarta cuerda al aire (una octavación que prácticamente no tiene efecto sobre la digitación de la mano izquierda), siguiendo directamente una copia de la tablatura publicada por Pierre Ballard en 1638 (¿no tiene un par de erratas?).
El resultado es todo un subidón: uno lée en el idioma sin traducir y las dificultades más "severas" (no lo son tanto) ya estaban ahí para el laúd de 10 órdenes...
Esto ha sido una parte de mi trabajo de esta mañana...
Sólo echo en falta un poquitín de tensión en la guitarra, que le ofrezca resistencia a las manos al "trinar"...
No hay comentarios:
Publicar un comentario