El pasado 17 de abril visité el taller de Guillermo Rodríguez Sanchís y salí con la sensación de que su cercanía, su compromiso, su atención y, sobre todo, su trabajo, iban a quedar indebidamente remunerados cuando concluyera el primer encargo que acordamos aquel mismo día...
Así que esa noche me senté a tocar algo, inspirado por las buenas sensaciones de aquella tarde...
... y hoy he tratado de darle algo de forma y una conclusión a aquella idea:
La grabación es una primera toma con el teléfono, que me siva para recordar y pasarlo todo al papel
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