La cara oculta de la luna

Hola, jóvenes,

Antes de nada pediré disculpas a toda aquella gente que, como yo mismo, respetan y admiran la persona y la obra de Jerome John García, de Howard Duane Allman, y de James Marshall Hendrix. I took some faces from the ancient gallery simplemente porque quería ocultar mi propia cara en las imágenes que he utilizado para ilustrar este texto: los que me conocéis ya sabéis cuál es mi aspecto, pero quizá desconozcáis el de los personajes de cuyas fotografías he recortado.

Habría prescindido de las fotografías en las que aparezco tocando, pero me parecía que eran interesantes para observar cómo han tenido que grabarse los vídeos que veréis a partir de aquí.

Ahora sí, comienzo con este "cómo se hizo".


Aprovechando que tengo una guitarra con el fondo despegado, camino de convertirse en un dobro, he hecho unas pruebas grabando el movimiento de los dedos desde un ángulo un tanto insólito, pero desde el que me parece que se pueden observar algunas de las cosas que os suelo decir en clase.

Cámara de vídeo enfocando hacia la tapa, a la boca de una guitarra sin fondo

Tengo un interés especial en que podáis haceros con otro punto de vista que os ayude a asimilar lo que os cuento sobre cuál es la dirección y el sentido en el que pulsan los dedos de la mano derecha, según mis propias conclusiones, según lo que he sido capaz de aprender de mis propios profesores.

 

Ejemplo de la imagen tomada por la grabadora que se presentó en la anterior fotografía

En este mensaje, sin embargo, sólo voy a poneros sobre aviso ante algunas de las limitaciones de las grabaciones en vídeo que os presentaré como ejemplo más adelante.

A los sesgos propios de tomar una grabación por una representación fiel, e imposible, de todos los aspectos de una realidad supuestamente ideal, en estas pruebas que voy a ofreceros, hay que añadir otros nuevos, fruto de la utilización de un instrumento desfondado, como el que veréis en las imágenes que aparecen junto a este mensaje.

Así, resulta necesario apuntar que una guitarra sin fondo no puede soportar la tensión que tienen normalmente las cuerdas afinando de la forma habitual sin arquearse, sin que su tapa se curve, aumentando en ese proceso la distancia entre las cuerdas y el diapasón. Y tocar con una guitarra con las cuerdas excesivamente separadas del mástil es una complicación que perjudica la interpretación y la calidad de los ejemplos que haya podido grabaros. Puedo detallar los aspectos concretos por los que esto estorbaría el funcionamiento corriente de cada una de las dos manos, pero creo que voy a ahorrároslo, de momento.

Distancia entre la cámara y la guitarra

En mi caso, con mi guitarra desfondada, he tenido que llegar a un compromiso entre la afinación del instrumento y la tensión que podía aguantar sin resultar impracticable. La afinación del instrumento ha resultado ser aproximadamente una cuarta más baja que en una guitarra corriente. Siendo las cuerdas del diámetro y composición habituales, con la longitud habitual de 650 mm, podíamos escuchar, de grave a agudo, las siguientes notas (de nuevo aproximadamente): SI (61 Hz), MI (82 Hz), LA (110 Hz), RE (146 Hz), FA# (184 Hz), y SI (246 Hz).

Desde que grabé los vídeos me vengo preguntando cuánto habrá disminuido la tensión al afinar tan grave para no doblar el instrumento; ¿cuál podría ser la diferencia de tensión entre las cuerdas de una de mis guitarras completas, con las que toco cómodamente, y las cuerdas de esta desfondada, que es un tanto incómoda?.

He desempolvado un poco, espero que lo suficiente, mis ideas sobre acústica, y al parecer la tensión de las cuerdas por efecto de esa afinación más grave debe ser un poco más de la mitad de la tensión de las cuerdas en su afinación normal: la tensión que le he dado a las cuerdas, para que la guitarra no se doble y todavía se pueda tocar sin volver a colocar el fondo en su sitio, es menos del 60% de la tensión que suelen tener las cuerdas, tensión esta última a la que uno está acostumbrado.

Me parece que esa tensión menor hace que los dedos desplacen la cuerda hacia los lados en mayor medida (en perpendicular a su longitud) y que ese desplazamiento mayor complica la repetición de la pulsación en una misma cuerda, al estar la cuerda que se quiere volver a pulsar en movimiento y al tener ese movimiento una amplitud mayor que la que debería tener.

En cualquier guitarra, desfondada o no, es decir, con independencia de la tensión de sus cuerdas, la influencia sobre la pulsación del desplazamiento de la cuerda al vibrar es menor en los extremos: podríamos haber pulsado las cuerdas junto al puente para facilitar la interpretación en nuestra guitarra desfondada y destensada.

Pero para que la cámara pudiera grabar los dedos de la mano derecha desde debajo, fue necesario tocar sobre la tajarra, sobre la boca de la guitarra, en una zona de la cuerda en la que ese desplazamiento debido a la tensión tan baja de las cuerdas sería mucho más patente.

Otra de las dificultades que actúan en contra de la práctica en el instrumento utilizado y en contra de la claridad de los ejemplos grabados también tiene que ver con la cámara. En este caso el aparato de grabación es una de esas cámaras que regalaban comprando el periódico El País. La grabadora en cuestión no puede tomar imágenes enfocadas si se sitúa demasiado cerca de lo que se quiera grabar, lo que hizo que hubiera que situar el aparato relativamente lejos de la tapa de la guitarra, por detrás de la misma, justamente en el lugar en el que debería situarse el cuerpo del intérprete. Así, la propia cámara constituyó un obstáculo a los ejercicios técnicos que el guitarrista quería mostrar, al complicar la colocación y sujeción del instrumento, y la posición de las manos.

Señalado el par de dificultades más relevantes, no abundaré mucho más en la incomodidad del instrumento, ni en la dificultad, por mi parte, de conseguir ejemplos más logrados en el aspecto de la interpretación.

No sé si habrá ocasión de grabar nuevos vídeos, mejores ejemplos de la pulsación de la mano derecha, pero... de momento, espero que disfrutéis de estos.

Salud, y hasta la próxima.