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lunes, 8 de octubre de 2012

Preludio nº 1 de los "Cinq préludes" (1940), de Heitor Villa-Lobos

Hace unos días leía en un foro algo así como que cuanto más difícil de memorizar es una obra para un determinado instrumento, más difícil resulta la ejecución musical en ese instrumento...

La afirmación estaba mezclada con otras que hacían referencia a aspectos de la interpretación instrumental igualmente complejos de analizar con rigor, pero aquella mención en especial, hecha sobre el asunto de la memoria, o sobre la capacidad de interpretar sin la guía del papel, me pareció difícil de conciliar con mi propia experiencia y decidí escribir...

Al parecer fué una pérdida de tiempo...    

Resumo mi opinión en una breve frase: una pieza que quizá me cueste memorizar puede tener aspectos técnicos que me resulte más sencillo ejecutar que otra pieza que pueda tocar de memoria en cuestión de días, o de horas...

Allí en el foro puse varios ejemplos... insistamos hasta la náusea aprovechando una nueva incidencia y una nueva comparativa...

Ayer, mientras me tomaba el café de después de uno de mis gloriosos cocidos madrileños (los invitados casi hacen la ola), me reencontré con el estudio durante unos minutos, después de unos días en que no he podido casi ni sacar la guitarra de la funda para otra cosa que no fuera dar clases...

Fué media hora escasa, recordando cómo iba la parte A del primer preludio de Villa-Lobos... hacía al menos 16 años que no lo tocaba... creo que por aquel entonces andaría empezando en primero de B.U.P., imberbe y con el pelo corto, diría yo...

En esa época me lo sabía de memoria, he de reconocer... pero han pasado más de 15 años, algo así como la mitad de mi vida...

La memoria es algo más complejo, me parece a mí, que lo que uno pueda despachar alegremente y tangencialmente en una charla relajada...

Poco antes de cenar eché otro rato en recordar la parte B...

Y hoy, hace unos minutos me he dado cuenta de que no me había traído la partitura para estudiarla con más calma...

Pero parece que la cosa está ahí... ojalá todo se quedase (o volviera) con esa mínima inversión de tiempo:


Como os había prometido una comparativa, tomad, por ejemplo, el Ricercar IV de Francesco Canova da Milano, que estudié cuando se lo enseñé a una alumna mía hace cosa de sólo un par de años, supongo: no sería capaz de memorizarlo con esa tranquilidad y con un planteamiento tan relajado... tendría que estudiarlo... ¿quiere decir eso que es más difícil?... no lo sé... tampoco la dificultad es algo exento de matices y ramificaciones, pero...

Salud, y pasadlo bien.


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