¿Las indicaciones de tempo en determinadas ediciones son fiables?; y en caso afirmativo, ¿tiene siempre el compositor la razón?
No lo sé...
y no quiero ser yo el que responda caso por caso, fuera de lo que le
toque a mis interpretaciones con el instrumento en las manos...
Os
copio algo de lo que viene a decir sobre el artículo de Meredith Ellis Little
sobre la “siciliana” el Grove Online (traduzco sin elaborar demasiado, del
inglés):
“Siciliana [siciliano]
(el término proviene del italiano; en italiano
antiguo ciciliano; en francés sicilienne).
Usado comúnmente para referirse a un tipo de aria y a un
movimiento instrumental corriente a finales de los siglos XVII y XVIII.
Normalmente escrita en un compás lento en 6/8 ó en 12/8, con
frases bien definidas de uno o dos compases, con una anacrusa de corchea que le
da al ritmo un carácter yámbico, con melodías simples y armonías directas y
claras.
Desde el siglo XVIII hasta el XX, la siciliana se asocia
con escenas pastorales y con la melancolía.
[…]
Hay al menos dos usos tradicionales del término,
aparentemente distintos el uno del otro: desde el siglo XIV hasta principios
del XVII la palabra indicaba un tipo de canto o recitado acompañado de una
forma poética en particular, el strambotto
siciliano [estrofa compuesta por ocho versos endecasílabos con rima abababab];
desde el siglo XVI al XVIII se utiliza para referirse a una danza que se
consideraba comúnmente como una giga lenta (ver Giga).”
A continuación hablando del
primer uso o del primer tipo de sicilianas, el Grove dice:
“Arie di cantar siciliano.
[…] Aunque entre los ejemplos conservados pueden
encontrarse algunos patrones armónicos corrientes, no parece existir una progresión
típica o una línea de bajo que caracterice al aria siciliana, al contrario de lo que ocurre con el aria di Fiorenza o con el aria di Ruggiero[…]”
Sobre la “siciliana” como
danza, el texto continua diciendo que “si se sabe poco del repertorio de arie siciliane de
principios del S.XVII, o sobre el destino de esta forma de siciliana, menos aún
se sabe de la danza denominada en esas fechas “la siciliana”.[…]”
Según el Grove, un autor de la época Garzoni (La piazza universale di tutte le professioni
del mondo, 1599) mencionaría “[…] la siciliana dentro de un listado de las
pocas danzas populares, junto a otras formas mejor conocidas como la pavana y
la gallarda, que habrían resistido la influencia del “balletto”.
No se conservan coreografías o descripciones del siglo
XVI de esta danza, ni tampoco sus acompañamientos musicales. Un manuscrito
inglés de c.1570 contiene coreografías de danzas llamadas ‘Cycyllya Alemayne’
and ‘Cycyllia Pavan’, que paraecen referirse a danzas populares inglesas, pero
no se sabe si tendrían relación con las danzas italianas. Lo mismo ocurre con un único ejemplo del S.XVIII de
coreografía del maestro de danza inglés Mr. Siris[…] titulada The Siciliana (1714).
Sin embargo, parece un hecho que la “siciliana” era
conocida para los teóricos del XVIII. Brossard (Dictionaire de musique, 1703) describe las ‘canzonette siciliane’ como
un tipo de giga con compás de 6 ó de 12 por ocho, con la característica figura
rítmica (“en saltarello”) de corchea
con puntillo y semicorchea en el pulso fuerte, y que habitualmente presentaba
una forma de “rondo” o de “da capo”.
Mattheson (Das
neu-eröffnete Orchestre, 1713) la relaciona con la napolitana y la barcarola y sus indicaciones recuerdan a las de
teóricos anteriores [supongo que hechas al hilo de las arie di cantar siciliano] al sugerir que [la danza “siciliana”]
debía interpretarse lentamente y su mejor uso era el de evocar la melancolía.
Otros teóricos posteriores durante el S.XVIII, como Quantz,
Rousseau y Türk parecen basar sus descripciones en las de Brossard y Mattheson,
estableciendo que la danza era un tipo de giga lenta con connotaciones
pastorales.[...]"
Más adelante el texto trata sobre la siciliana como un tipo de aria del
siglo XVIII y como movimiento instrumental:
"[...] Algunos estudiosos de
principios del S.XX relacionan el tipo de aria barroca con la danza; Wolff
sugiere que su origen está en una danza popular veneciana [¿?], quizá
explotando el color local, como la forlana and napolitana;
Heuss ve una forma temprana de la siciliana en la moresca final del Orfeo
de Monteverdi.
La siciliana se haría popular rápidamente a finales del S.XVII y
se utiliza mucho como un tipo de aria en las óperas de Alessandro Scarlatti y
en las de sus contemporáneos. Aunque existen arias anteriores en 12/8, Scarlatti
las usa abundantemente, pero no siempre las distingue claramente como “sicilianas”.
Por ejemplo, trece de las cuarenta y nueve piezas vocales en La caduta de’ Decemviri (1697) están en
12/8, pero los tempos rápidos implicados en algunas de ellas sugieren su
carácter de giga más que de siciliana.
Scarlatti también utiliza con frecuencia la
armonía de sexta napolitana en sus sicilianas, con la segunda bemol en la parte
alta, una característica común en las arias sicilianas de sus contemporáneos y
seguidores como Perti, Caldara, Lotti, Porpora y Händel.
Pocas de las arias con textos sobre la melancolía o sobre
temas pastorales en un compás lento de 12/8 están marcados realmente como
sicilianas. De las cincuenta arias de este tipo entre las composiciones de
Händel sólo ‘Gioje, venite in sen’ de Amadigi (1715), está titulada como
siciliana. Del mismo modo, Bach rara vez titulaba así las arias en sus
cantatas, aunque ‘Stirb’ in mir, Welt’ de la cantata Gott soll allein mein Herze haben (BWV 169) es una transcripción de
un movimiento que él llamaría “Siciliano” en uno de sus conciertos [Concierto
para clave en Mi Mayor (BWV 1053).
Las arias lentas y cantabile
en 12/8 siguieron disfrutando de una enorme popularidad a través del S.XVIII,
tanto en la ópera como en la música sacra.[…]”
El Grove continua citando ejemplos de Händel, Mozart, Telemann, Meyerbeer, y otros, como muestra de que las piezas tituladas "siciliana" eran muy corrientes y se usaban mucho también cuando el autor quería componer una pieza de carácter italiano. Prosigue después diciendo que:
"[...] Pasado el siglo XVIII, el estilo caé en desuso. Robert le diable (1831) de Meyerbeer incluye una rápida
‘sicilienne’ al final del acto primero, y Fauré utiliza una siciliana en el tercer entr’acte de su música incidental para Pelléas
et Mélisande (1898), pero esos ejemplos parecen haber sido excepcionales.[...]"
Quizá no sea así [es mi humilde opinión]... tenéis más ejemplos de sicilianas de los siglos XIX y XX al final de ESTA ENTRADA ANTERIOR del blog.
Un saludo
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