Bermudo se refiere a él, diciendo que a petición suya, el vihuelista demostraba excelentemente la práctica de la scordatura, señalándolo como un notable e industrioso Músico, y recomienda el libro de Fuenllana sin referir su título.4
Notas al pié:
Nota 2: En la segunda nota al pié, Jacobs proporciona referencias bibliográficas a un facsímil de la obra de Bermudo, y un comentario sobre la entrada correspondiente a este libro de Bemudo en el compendio de bibliografía de Howard Mayer Brown "Instrumental Music Printed before 1600". El libro de Bermudo del que ya se han transcrito y comentado algunos textos en este blog, lo podéis consultar AQUÍ. Ya no hacen falta otros facímiles.
Jacobs no menciona el lugar en el que Bermudo menciona a Fuenllana como músico de la Marquesa de Tarifa, pero tenemos esas alusiones en el fol.29v (Libro segundo, capítulo 35):
... y también más adelante en el folio 30r, como se recoge en la nota 4
Nota 3:
Fol. 29v. Diego Ortiz dedicó su Musices liber primus (Venecia, 1565) a don Perafán Enríquez de Ribera (1509 1571), duque de Alcalá y Marqués de Tarifa, que sirvió como virrey de Nápoles de 1559 á 1571. Véase J. González Moreno, "Don Fernando [sic] Enríquez de Ribera" (1969) páginas 36 y 187 [la referencia bibliografica completa podría ser ésta: J. González Moreno, Don Fadrique Enríquez de Ribera, I marqués de Tarifa, Sevilla, Dip. Provincial, 1963]. En S. [Scipione] Mazzella se menciona a Don Perafán como el décimo tercer virrey de Nápoles ("Descrittione del regno di Napoli", Nápoles, 1586, página 362) pero de acuerdo a Mazzela, el siguiente virrey asumió el cargo en 1570.
También se ha hablado de los marqueses de Tarifa en este blog, como se puede comprobar aquí. Recomiendo que si alguién está interesado en ampliar información sobre estos patrocinadores de Fuenllana, se entretenga con los enlaces de la entrada referida.
Nota 4: "Declaración de instrumentos", fol. 30r y 101r.
![]() |
| fol. 30r. Libro segundo, capítulo 36 |
![]() |
| folio 101r. Libro cuarto, capítulo 73 |
Como aquí ninguno estamos libres de pecado (y cualquiera nos puede empezar a buscar las vueltas y a repartirnos cera como mereciéramos), me permito aplaudir tanto la identificación del tono sevillano del repertorio, como el atrevido comentario (con un tono un poco de "señoro") sobre el consuelo en la música... que lo encontramos las personas humanas de todo género y suerte de descendencia o ausencia de la misma. Una vez más, me resultan aún más interesantes que las críticas, la información sobre las fuentes de documentación que maneja en este caso el Doctor Robert Stevenson.



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