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viernes, 23 de septiembre de 2011

Un apunte sobre Toru Takemitsu y el "Lydian Chromatic Concept"


A quien madruga,
Dios le ayuda

sarcástico refrán castellano


Estoy probando (en silencio) a ver si me cuesta menos sobrellevar la mañana si no me vuelvo a la cama a las 5:30 AM, una vez despierto y levantado desde las 5:00 AM: el otro día me sentó como un tiro quedarme otro rato hasta las 7:30 AM...

Bueno...

Hay pocas cosas silenciosas e interesantes, y para colmo "en la penumbra", que se me ocurra hacer a estas horas, así que ahí va una traducción rapidita, "apañando" sobre el resultado del gugueltransleit, que quería usar para introducir un tema en este blog.

El texto es el comienzo de un artículo de Peter Burt para la revista Contemporary Music Review llamado "Takemitsu and the Lydian Chromatic Concept of George Russell", y fue incluido el año 2002 en las páginas 73 á 109 del nº 4 del volumen 21 de la publicación citada.

 
Entre las muchas revelaciones que, al parecer, Takemitsu le hiciera al crítico Takashi Tachibana durante las treinta horas de una entrevista realizada hacia el final de la vida del compositor, y que finalmente apareció en la revista Bungakukai, una de las declaraciones más intrigantes es la elección de dos monografías sobre composición, que ostentarían un mérito especialmente elevado: el de ser "palpablemente los mejores libros sobre música escritos en este siglo" (Tachibana, 1994: 230).

La primera de los dos nominaciones de Takemitsu para este título honorífico no es en absoluto sorprendente, y menos aún para cualquiera que esté familiarizado con el vocabulario armónico del maestro japonés. La influencia de la Technique de mon langage musical de Messiaen, influencia que se expresa con mayor claridad en el uso de los "modos de transposición limitada", era evidente en la música de Takemitsu, incluso antes de que el texto del francés hubiese aparecido traducido al japonés en la versión de Kishio Hirao (1954). Seguramente, este conocimiento habría que agradecérselo el compositor Toshi Ichiyanagi, o más bien su padre, quien, unos años antes, tras adquirir algunas partituras de música de Messiaen en París, siendo de la opinión de que su hijo no debía tomarlas como modelo, se las pasó a aquel “cómico jovencito”, el mismo Takemitsu (Takemitsu, Toru (1985); citado en Miyamoto 1996: 5).

Sin embargo, el segundo de los libros señalados por la distinción de Takemitsu es una opción bastante más sorprendente; algo después, en la misma entrevista, el autor describiría la manera, en cierto modo fortuita, en que tuvo contacto con este insólito texto. En 1961, el bajista de The Kingston Trio (un grupo de folk inglés [sic] que por aquel entonces se encontraba visitando Japón) acudió a Takemitsu para solicitarle algunos arreglos de canciones populares japonesas. En aquel acercamiento también le mencionaría que llevaba una copia mecanografiada de un "libro muy interesante", que le había confiado un músico de jazz americano, con la esperanza de que pudiera encontrar un editor, y acabaría preguntándole a Takemitsu si le gustaría leerla. A pesar de su limitado dominio del idioma inglés, Takemitsu se mostró de acuerdo y, diccionario en mano, pasó alrededor de un mes escudriñando el texto, "abrumado por la excelencia" de las ideas del autor (Takemitsu 1996: 158). La narración anterior implica que Takemitsu, al menos según su propia versión de los hechos (Tachibana 1994: 232), se convirtió en "una de las primeras personas en el mundo" en leer The Lydian Chromatic Concept of Tonal Organisation for Improvisation del compositor y teórico del Jazz estadounidense George Russell (nacido en 1923): la segunda de las dos nominaciones de Takemitsu a mejor libro de la música del siglo XX, y según sus propias palabras, una profunda influencia en su pensamiento musical a partir de entonces.

Han surgido dudas sobre la autenticidad de los datos de algunas de las entrevistas Tachibana, y sin duda hay incoherencias en el relato de los hechos presentados anteriormente, entre las cuales no es la menos importante el hecho de que la fecha de publicación de la obra de Russell (1959) sugiera que apareció dos años antes de que los acontecimientos relatados hubieran tenido lugar. Sin embargo, las líneas generales de la versión de los hechos registrados por Tachibana se corresponden a los que cuenta el propio Takemitsu en el artículo ya citado (Takemitsu 1996), y no parece haber duda en relación con el hecho esencial de que Takemitsu leyó el trabajo de Russell, encontrándolo profundamente estimulante. “El pensamiento musical de Russell, y en particular el Lydian Chromatic Concept, ha tenido una gran influencia en mí", confesaría Takemitsu en otro punto de la entrevista con Tachibana, “en cualquier ocasión, cuando me preguntan, afirmo que mi música ha recibido influencias de George Russell "(Tachibana 1994: 231).

Copio la parte correspondiente de la bibliográfía del artículo:
  • Miyamoto, Kenjiro (1996) "Klang im Osten, Klang im Westen: der Komponist Toru Takemitsu und die Rezeption europäischer Musik in Japan". Saarbrücken; Pfau. 
  • Tachibana, Takashi (1994) - "Takemitsu Toru: ongaku sozo e no tabi" [Toru Takemitsu: el viaje hacia la creación musical]. Bungakukai, julio.
  • Takemitsu, Toru (1985) - "Futatabi zen-ei no kigai de" [De nuevo con espíritu de vanguardia]. Ongaku Geijutsu 5, 70
  • Takemitsu, Toru (1996) - "Toki no entei" [Jardinero del Tiempo]. Tokio, Shinchosha. Algunas citas traducidas del texto de Takemitsu aquí

Y aquí tenéis el fragmento del texto original, cuya lectura fue, a su vez, el primer contacto que tuve con la idea del lydian chromatic concept y la causa de que adquiriese el libro de Russell:

Among the many revelations that Takemitsu appears to have made to the critic Takashi Tachibana, during the thirty hours of interviews that eventually appeared in the magazine Bungakukai towards the close of his life, one of the most intriguing is his choice of two monographs on compositional theory for a singularly exalted honour: that of "palpably the finest books dealing with music written this century" (Tachibana 1994: 230).

The first of Takemitsu's two nominations for this title is unsurprising enough, especially for anyone familiar with his own harmonic vocabulary. The influence of Messiaen's Technique de mon langage musical on the latter - expressing itself most clearly, of course, in the use of the "modes of limited transposition" - was apparent in Takemitsu's music even before this text had appeared in the Japanese translation of Kishio Hirao (1954). For this it appears we must thank the composer Toshi Ichiyanagi - or rather his father, who, having acquired some scores of Messiaen's music from Paris a few years earlier and being of the opinion that his son should not take them for a model, passed them on instead to that "comical youth", Takemitsu (Takemitsu 1985: 70, quoted in Miyamoto 1996: 5).

But the second of the books singled out for distinction by Takemitsu is a rather more surprising choice, and later in the interview referred to the composer describes the somewhat fortuitous manner in which he first became acquainted with this unlikely text. [n 1961, the bass player of The Kingston Trio, an English folk group visiting Japan, approached Takemitsu to request some arrangements of Japanese folk songs. He also happened to mention that he was carrying a typewritten copy of an "interesting book", entrusted to him by an American jazz musician in the hope that he could find a publisher for it, and asked Takemitsu whether he would like to read it. Despite his limited command of English, Takemitsu agreed and, dictionary in hand, spent about a month ploughing through the text, "overwhelmed by the excellence" of the author's ideas (Takemitsu 1996: 158). And thus it transpired that Takemitsu - at least according to his own version of events (Tachibana 1994: 232) - became "one of the first people in the world" to read The Lydian Chromatic Concept of Tonal Organisation for Improvisation by the American jazz composer and theorist George Russell (b. 1923): the second of his two nominations for best music book of the twentieth century, and by his own admission a profound influence on his musical thinking ever since.

Doubt has been cast on the authenticity of some of Tachibana's interviews, and there are certainly inconsistencies in the account of events presented above - not the least of which is the fact that the publication date of Russell's work (1959) suggests that it appeared two years before these events are supposed to have taken place.' Nevertheless, the broad outlines of the version of events recorded by Tachibana correspond to those of Takemitsu's own account in the article already cited (Takemitsu 1996), and there can certainly be no doubting the essential facts that Takemitsu read Russell's work, and found it profoundly stimulating. "Russell's way of thinking about music, in particular the Lydian Chromatic Concept, has had a strong influence on me," Takemitsu is said to have confessed to Tachibana at another point; "whenever or wherever I'm asked, I assert that my music has received influences from George Russell" (Tachibana 1994: 231).

Part of the article's bibliography:
  • Miyamoto, Kenjiro (1996) "Klang im Osten, Klang im Westen: der Komponist Toru Takemitsu und die Rezeption europäischer Musik in Japan". Saarbrücken; Pfau.
  • Tachibana, Takashi (1994) - "Takemitsu Toru: ongaku sozo e no tabi" [Toru Takemitsu: the journey towards musical creation]. Bungakukai, July.
  • Takemitsu, Toru (1985) - "Futatabi zen-ei no kigai de" [Once again with avant-garde spirit]. Ongaku Geijutsu 5, 70
  • Takemitsu, Toru (1996) - "Toki no entei" [Time's Gardener]. Tokio, Shinchosha. Some translated quotations from this text here.

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