lunes, 8 de julio de 2024

Retórica musical

Más traducciones a partir del libro "The End of Early Music" de Bruce Haynes. 

Las entradas anteriores relacionadas con este libro son:

PREFACIO

INTRODUCCIÓN - Alfabetización

INTRODUCCIÓN - La Revolución Romántica

INTRODUCCIÓN - La tradición canónica y el clasicismo

INTRODUCCIÓN - Progreso o adaptación

INTRODUCCIÓN - Serendipia

Con ustedes,

Retórica musical. 

Con anterioridad a la revolución romántica, la música y las artes en general estaban basadas en valores y prácticas que parecen fundamentalmente diferentes de lo que llamamos "moderno". La magnitud del espacio entre unos y otros es difícil de apreciar y a menudo difícil de ver. Estas diferencias se tratarán de manera pormenorizada en los capítulos siguientes, pero quiero dar aquí alguna idea sobre cuáles son, para sugerir que, visto a duras penas a través de los velos que el Romanticismo cuelga entre nosotros y ellos, existe un sistema alternativo, otra idiosincrasia (ethos). Era un ethos que operó y funcionó una vez en el pasado, y aunque no necesitamos todo aquello que lo componía, de la misma manera que no necesitamos la economía o los gobiernos de la época, podemos aprender de él y aprovecharlo como inspiración para nuestro propio tiempo presente. Como mínimo, el conocimiento de un sistema de valores alternativo nos ayudará a entender mejor el nuestro. 

Citando a Walter Ong, "hasta la era de la tecnología moderna, que efectivamente comenzó con la Revolución Industrial y el Romanticismo, la Cultura Occidental en sus manifestaciones intelectuales y académicas puede ser significativamente descrita como una Cultura de la Retórica". La retórica, un sistema de comunicación y persuasión del público inventado por los antiguos Griegos, se desarrolló por los Romanos, y revivido entusiastamente en el Renacimiento, se menciona y se discute por todo aquel que escribió sobre música hasta aproximadamente el año 1800.

La música retórica ha tenido como principal intención la de evocar y provocar emociones - los afectos, o pasiones - que eran compartidas por todos, tanto audiencia como intérpretes. La música canónica, por contraste, es autobiográfica en cierta medida, describiendo a menudo las experiencias extremas del compositor-artista: catarsis o iluminación, pero ante todo solitaria e individual. Otra diferencia es que en una interpretación, el compositor barroco estaba mejor vivo, ya que de esta manera, podía ayudar, tocando, a hacer funcionar su música. El artista compositor romántico, por otro lado, estaba mejor muerto, porque esto parece facilitar la apreciación de su genialidad. Otra diferencia consiste en que mientras la música retórica era temporal, como los las películas actuales - apreciadas, pero después olvidadas - la música canónica era eterna y duradera. La música retórica era transitoria, contingente, y con un repertorio constantemente cambiante. La música canónica era por definición estable, repetible, y ortodoxa.

Con el advenimiento de lo Canónico, la Retórica se vió marginada y finalmente reducida a poco más que una connotación negativa; "retórico" hoy en día suele significar algo parecido a "rimbombante". La fuerza convincente de la idea de Canon musical nos dificulta imaginar cuán básicos fueron en otro tiempo los principios de la retórica para los músicos.

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